Agotado el impacto de otros temas de la "agenda", Magdalena intentó infructuosamente instalar "el anclaje del Franco suizo al euro" como una nueva amenaza a la economía Argentina. A tales efectos llamó al economista del establishment Gabriel Rubinstein, permanente heraldo de las operetas y vocero de los devaluadores. La septuagenaria periodista no obtuvo eco ni en el cañon del colorado...
Los vanos esfuerzos por sembrar terror con este tema me hicieron recordar a las últimas peliculas de Carpenter. Ya no asutan a nadie.
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