La verdad siempre aflora, en forma de estruendosa realidad, en manifestaciones psicosomaticas, en taras al hablar en gordura, en ansiedad, en paranoia. Siempre se manifiesta lo que ontologicamente nos constituye...incluso desde afuera, un tercero puedo hacer algo, para que lo negado, lo aculto...lo escondido, aparezca.
No hay poder terrenal conocido que pueda tejer un daño, que a la larga, no deje secuelas.
Si es creyente deberá pedir perdon.
Como ciudadana, deberá responder a la justicia.
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